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6/10/19

Serie Libro Negocios Verdes. Capitulo 1. ANTECEDENTES DE LOS NEGOCIOS VERDES



CAPITULO 1. ANTECEDENTES DE LOS NEGOCIOS VERDES10



El mercado ambiental es la expresión de la acción colectiva frente a la crisis ambiental. Revista Comercio Exterior Marzo de 2002.

Es a finales del siglo XIX cuando se presenta la ecología como una nueva ciencia biológica.   Con importantes obras prohijadas por estudiosos del medio ambiente acuático, con valiosos aportes de los botánicos, y los zoólogos en menor proporción. El siglo XIX no sólo acuñó y dio forma a un nuevo término, el de ecología, sino que lo lle de contenido suficiente para justificar el nacimiento de una nueva ciencia, dentro de una óptica transformista y como rama especializada de la biología.

El surgimiento de la ecología se vio privilegiado por el desarrollo convergente de muchas otras ciencias teóricas y prácticas, que volcaron su interés a la problemática de los seres vivos y su entorno, o en la elaboración de nuevos  métodos para comprender los problemas de la población.

1.1   El gran debate de   Malthus acerca   de la demografía y las tendencias conservacionistas.

Thomas R. Malthus inició con su obra el gran debate de la población mundial y su relación con el crecimiento económico.

Cuando hablamos del tema de la población mundial podemos remontarnos hasta algunos matemáticos del siglo XVIII; y bien podemos citar Leonhard Euler (1707–1783), a quien se le atribuye la autoría de los primeros estudios de los censodisponibles para descubrir las tendencias demográficas, para los cuales utilizó modelos matemáticos. Pero el mundo aun debía esperar más, fue entonces cuando a finales del siglo XVIII se dio curso al gran debate sobre la población mundial, con la consabida obra de Thomas R. Malthus (1766 1834) investigación en cual se recomendaba por primera vez en la historia la necesidad del control de la natalidad para luchar contra la progresión demográfica que amenazaba la misma supervivencia de la humanidad.   Durante el siglo XIX se multiplican los estudiodemográficos contando con mejores cnicas estadísticas, instrumento fundamental para el estudio científico de las tendencias de la población.  Aunque el objetivo de los demógrafos (Quètelet, Varhulst, etc.) fuese la población humana, lógicamente sus métodos de estudio resultarían de gran utilidad para los ecólogos que pensando en los límites del planeta enfrentaban los problemas de las poblaciones de ecosistemas naturales, con sus equilibrios y evoluciones.

En medio del devenir histórico existente entre el hombre y la naturaleza, en el siglo XIX la humanidad asistió al surgimiento y consolidación de la revolución industrial, con sus impactos contrarios al medio ambiente; fueron tales los efectos, que se hizo necesario por fuerza de las circunstancias, la constitución grupos y sociedades de inspiración romántica para salvaguardar los monumentos naturales”, según expresión de Alexander Von Humboldt refiriéndose a las maravillas de la naturaleza salvaje.

La naturaleza fue sumando amigos y protectores que realizaban una labor considerable en el estudio de las costumbres de los animales, elaboraron las listas de especies en vía de extinción, de igual modo se realizaron campañas destinadas a la preservación de los lugares de mayor belleza salvaje, incluso sin estar catalogados como zonas protegidas por los Estados y, concomitantemente se gene una progresiva concientización ciudadana sobre el conveniente respeto que merece la naturaleza, extremadamente fgil a pesar de su gran capacidad de viabilizarse.

1.2   Organizados entorno al ambiente

El interés en salvaguardar los múltiples espacios naturales y especies salvajes en peligro de extinción, estimuló la creación de las principales organizaciones para proteger la naturaleza que se fundaron durante la primera mitad del siglo XX. Entre ellas destaca el Nacional Trust británico, organizado al estilo de una fundación, que ha logrado salvar infinidades de parajes naturales del Reino Unido.   Resulta importante la convocatoria realizada por Paúl Sarazin, presidente de la Liga Suiza para la Protección de la Naturaleza, esto marcó un hito trascendental puesto que fue la primera Conferencia Internacional sobre tal asunto, que se celeb en Berna (1913) y que cristalizaría años más tarde en la Unión Internacional para la conservación de la Naturaleza y de sus Recursos (UICN), organización independiente que agrupa a centenares de otras organizaciones públicas y privadas, al mismo tiempo que convoca sus famosas conferencias internacionales.

El impacto de la tecnología sobre el planeta no es sólo una preocupación para los ecólogos ambientalistas”, sino que prepara el futuro desarrollo de la ecología política.  Y en este caso adquiriere pertinencia el ejemplo de  Fairfield Osborn como ilustración de la evolución de una mentalidad simplemente ambientalista hacia unas posiciones más comprometidas y   militantes,   a   medida   que aumenta el convencimiento según el cual, la mal llamada civilización industrial es la mayor responsable del deterioro del medio ambiente.

La publicación de Fairfield Osborn (en 1948) intitulada Nuestro Planeta saqueado, es un auténtico trabajo pionero de la ecología política, en el  cual se analizaron las consecuencias catastficas hacia las que necesariamente debía llevar la malversación de los recursos naturales.  En 1956 se publi el papel del hombre en el cambio de la faz de la Tierra, interesante trabajo de W. L. Tomas, referente al impacto cada vez mayor, y en muchos de los casos perjudiciales del hombre sobre la naturaleza.

Durante largos años, los estudiosos preocupados por el constante aumento del nivel de contaminación como consecuencia del desarrollo industrial sólo encontraban comprensión entre los grupos más sensibles al equilibrio armonioso de la naturaleza. La tónica general era la de un optimismo desmesurado a favor del desarrollo”, entendido básicamente como un constante crecimiento económico de todas las naciones.  Esta filosofía se plasmó de modo evidente al iniciarse la década de 1960, con la proclamación por parte de la ONU del Llamado decenio del desarrollo”, durante el cual se multiplicaron las iniciativas, presionadas en el mayor de los casos por los países del Tercer Mundo, que no querían continuar siendo naciones parias en un mundo cada vez más rico.

Como consecuencia del progresivo desencanto de grandes sectores de la población de los países industrializados frente aldesarrollismo” como panacea universal a los problemas de la humanidad, la voz autorizada de aquellos biólogos, zoólogos, agrónomos y demás científicos que predicaban un mayor respeto a los grandes principios ecológicos fue cada día más escuchada, sobre todo al adoptar muchos de ellos una línea más comprometida, insistiendo en aquellos aspectos de la ecología aplicada que tenía mayor incidencia en la problemática actual, tales como la superpoblación, el agotamiento de los recursos naturales, la contaminación y la destrucción de los ecosistemas vírgenes.

Una trascendental obra que apareció en este periodo fue primavera  silenciosa (1962) de la bióloga y escritora estadounidense Rachel Carson.  Esta obra llegó a convertirse rápidamente en el libro de texto del ultra ecologismo. En este trabajo se efectuaron una de las más poderosas y conmovedoras denuncias de los efectos nocivos que tenían para la naturaleza el empleo masivo de productos químicos y las consecuencias contaminantes de muchas actividades industriales.

Utilizando un estilo cercano a la ciencia-ficción, analizó cuales serían las consecuencias de la utilización de los pesticidas según las recomendaciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, concluyendo que se llegaría a la desaparición total de los jaros y un profundo desequilibrio de la naturaleza.  El libro provocó la reacción de muchos científicos (J. Gordon Edwards, 1962), que lo calificaron de fantasioso.   Otros apoyaron a la autora y, al amparo de un extraordinario éxito editorial, lograron que el Departamento de Agricultura revisara su política pesticida y que el DDT fuera prohibido por la legislación estadounidense.

Barry Componer, prestigioso profesor de Bioqmica de la Universidad Washington de San Luís, preocupado ante la opción nuclear cada vez más difundida entre los países industriales como nueva fuente de energía, llegó a ser uno de los dirigentes del naciente movimiento antinuclear y puso su talento, como teórico del ecologismo, en la obra Ciencia y supervivencia (1967).  Otro biólogo, Paúl R. Ehrlich, logró gran popularidad con la publicación de la bomba de la población (1968), obra en la que se analizaban los graves problemas que provoca la actual  explosión demográfica. Pasando también a la acción, animó, junto con su mujer Anne, el movimiento Crecimiento Demográfico Cero (Zero Population Growth: ZPG), destinado a la vulgarización de las técnicas del control de nacimientos y la promoción de la esterilización Paúl R. y Anne H. Ehrlinch publicaron, Población, recursos y medio ambiente (1970), obra de ecología humana llena de sugerente enfoque al insistir sobre los límites de la tierra y las amenazas ambientales que acechan al hombre y ponen en peligro los ecosistemas.   A mismo, en 1970, Máx Nicholson edi lrevolución del medio ambiente, justificando la elección de este título porque según él la defensa del entorno sólo era posible con un cambio de cultura.

Como fruto conjugado del trabajo militantes de algunos científicos y de los grupos de investigación y presión sobre la temática ecológica se fueron creando y consolidando, durante la década de 1960, numerosas organizaciones en favor del medio ambiente que dieron origen al ecologismo, entendido como una acción militante en pro de la salvaguarda del entorno, continuamente agredido como consecuencia del actual sistema de civilización industrial, excesivamente orientado hacia el crecimiento económico a corto plazo.

La utilización del término “ecologismo” para definir esta corriente de pensamiento y de acción militante parece especialmente indicada ya que su objetivo principal consiste precisamente en sensibilizar a la opinión pública acerca de las leyes fundamentales de la ecología que condicionan a la propia supervivencia de la humanidad.  Por otro lado, la inmensa mayoría de las acciones llevada a cabo por los ecologistas tienen como justificación la defensa del entorno amenazado por un proyecto técnico o especulativo concreto (centrales, nucleares, urbanizaciones, industria, contaminante, transporte peligroso, etc.) dentro del ecologismo existen, como es lógico, grupos de muy variadas ideologías políticas.   Sin embargo el denominador común de las principales corrientes es el convencimiento de que la actual tecnología provoca transformaciones  que son sensibles a escala planetaria, por lo que deben extremarse las precauciones para no provocar desequilibrio que comprometen la fgil zona en que es posible la vida, la llamada biosfera, sino en su totalidad, si, en aspectos que pueden ser fundamentales para supervivencia del hombre sobre la tierra.

El ecologismo mundial ha multiplicado su iniciativa a partir de la década de 1970, a medida que los distintos gobiernos fueron tomando opciones nucleares con el fin de solucionar la crisis energética. Normalmente, las primeras centrales eléctricas que utilizaron la energía nuclear durante la década de 1950 habían abierto grandes esperanzas de cara al futuro.   Sin embargo, pronto se descubrió que la opción nuclear hipotecaba gravemente la humanidad, principalmente por la gran duración de la radioactividad, tanto por los residuos producidos en los reactores como en los mismos reactores, una vez acabados los años de funcionamiento de la central.  Por otro lado. Como los procesos elegidos multiplicaban enormemente las cantidades de plutonio esparcidas por el mundo, parecía cada vez más probable la posibilidad de su utilización para la fabricación de nuevas armas atómicas por un mayor número de gobiernos e incluso de grupos incontrolados.

Es a finales del siglo XX cuando el debate sobre la alimentación y el progresivo agotamiento de los recursos naturales cobuna nueva dimensión porque, como consecuencia del desarrollo industrial, la problemática de la alimentación se ha transformado en la del progresivo agotamiento de los recursos naturales.

Los economistas con sensibilidad ecológica han sido los primeros en percatarse de que   el   crecimiento   económico   indiscriminado   comporta   necesariamente   lreducción de los recursos no renovables.  Kenneth E. Boulding utilizó en 1966  la expresión gráfica de que la Tierra es como una nave espacial con unos recursos limitados que deben ser utilizados de modo racional y moderado para asegurar la supervivencia de la humanidad.

A  partir  del convencimiento  de que  vivimos  en un mundo  finito,  a  la  filosofía económica basada en el crecimiento exponencial (al estilo de la escuela estadounidense del Instituto Hudson) va oponiéndose otra que no sólo preconiza un crecimiento demográfico cero, sino también un crecimiento económico. A comienzo de la década del 70 el debate sobre el crecimiento cero tuvo especial resonancia, debido a la publicación de dos obras significativas: el informe del Club de Roma, denominado Los límites al crecimiento y la carta Mansholt, edición de la que Sicco Leendert Mansholt envió, con fecha 9 de febrero, al presidente de la Comunidad Económica Europea, Franco María Malfatti.

La Carta Mansholt es el primer comentario autorizado del informe del CLUB de Roma.   Además de las variables analizadas por el MIT, Mansholt incluye nuevos sectores políticos, tales como la democratización de la sociedad, las relaciones entre los países más o menos desarrollados económicamente, la igualdad de oportunidades y el sentido humano del trabajo.  Las estrategias preconizadas por Mansholt corresponden a las propuestas por el equipo de Meadows, aunque incluyen acciones políticas que los investigadores del MIT eludieron deliberadamente, como, por ejemplo, instaurar una reforma aduanera a favor de los productos no contaminantes y reciclables y la necesidad de un Parlamento supranacional con plenos poderes (como mínimo, a escala europea).   Mansholt insiste también en la necesidad de sustituir el culto al producto nacional bruto, como máximo exponente del desarrollo, por lo que él llama la felicidad nacional bruta”, siguiendo ideas que ya fueron anteriormente expuestas por economistas como Paúl A. Samuelson y Jan Tinbergen.


1.3   Rol protanico de Naciones Unidas

La ONU ha tenido un papel preponderante en el tema ecológico, pues ha resultado ser el punto de cita obligado de la mayor parte de los científicos y políticos mundiales interesados por los problemas ambientales, por lo que no es de extrañar que los temas ecológicos hayan sido tratados en profundidad, sobre todo cuando han sido causado de una conferencia o programa a nivel mundial.  Por ese motivo, incluso cuando los distintos gobiernos han descuidado el aplicar las recomendaciones de la ONU en sus programas políticos, la obra de sensibilización de la opinión mundial ha sido siempre importante y, a la larga, sus beneficiosas consecuencias se han hecho sentir en muchos de los Estados miembros.

Los temas ecológicos casi han estado en la órbita de interés de la ONU, gracias sobre todo a la UNESCO y a las actividades de los organismos medioambientalitas que lograron el estatuto de consultores de dicha Organización. La anteriormente citada Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y de sus Recursos (UICNes, sin lugar a dudas, el ejemplo más significativo de esa etapa, ya que recogió la tradición de las ligas proteccionistas creadas desde principios del siglo XX, al mismo tiempo que, con el apoyo de la UNESCO, y de las Naciones Unidas, podía iniciar sus famosas Conferencias cnicas Internacionales para la protección de la Naturaleza (la primera de las cuales se celebró en  una de las primeras sedes de la Naciones Unidas a pocos kilómetros de Nueva York, en Lake Success, en 1949).   En sus sucesivas ediciones se han tratado muy variados temas ecológicos, tales como el paisaje rural, la flora y la fauna de los países densamente poblados, la problemática de los fuegos agrícolas, el impacto de las centrales hidroeléctricas, los insecticidas y herbicidas, la ecología del hombre en el medio tropical, la erosión y la civilización, etc. Especialmente importante fue el Simposio celebrado en Arusha (Tangañika), en 1961, referente  a la  conservación los  parques  naturales  en  los  nueve  paíseindependientes del continente africano, cuyas conclusiones fueron incluidas en el programa político formulado por los líderes de las naciones de África fundadores de la Organización de la Unidad Africana (OUA).

La lucha contra el cada día más preocupante problema de la contaminación de la atmósfera y de las aguas ha dado pie a continuadas iniciativas por parte de las Naciones Unidas.    Así, por ejemplo, la Organización Marítima Consultiva Intergubernamental (OMCL), fundada en 1948 para facilitar el intercambio de documentación cnica sobre el transporte marítimo, se vio obligada a crear un Comité para la Protección del Entorno Marino, ante el continuado vertido de productos petrolíferos y demás contaminantes en las aguas oceánicas. Por su parte, en el orden del día de las distintas conferencias internacionales sobre derecho marítimo se constata una progresiva incidencia de la temática ecológica, no sólo en lo que se refiere al citado problema de la contaminación de las aguas, sino también al tratar sobre la explotación y conservación de las riquezas marítimas.   La controversia acerca de las 200 millas de soberanía marítima en la zonas pesqueras, reafirmada principalmente por los países latinoamericanos de la costa del Pacifico, fue un claro ejemplo de esa nueva situación, sin precedentes en el pasado.

Sin embargo, el primer gran debate ecológico a nivel Internacional fue la Conferencia  internacional sobre  la  utilización racional y  la  conservación de  los recursos de la Biosfera celebrada en Paris durante el mes de septiembre de 1968 organizada por la UNESCO, en colaboración con las Naciones Unidas la FAO, la OMS, el programa biológico internacional del consejo internacional de uniones científicas y la UICN, con una participación de 240 delegados procedentes de 63 países y de 90 representantes de organizaciones internacionales. La llamada conferencia de la Biosferas popularizó la imagen de Boulding, de la tierra concebida como una nave espacial de  3500 millones de pasajeros con recursos limitados que deben ser racionalmente utilizados si queremos asegurar la supervivencia de la humanidad. Imágenes auténticamente revolucionarios en un contexto Desarrollista”, únicamente preocupado por conseguir un incesante crecimiento del PNB, considerado como supremo índice indicativo del progreso de los pueblos, ignorando el grave problema del paulatino agotamiento de los recursos naturales y aceptando como un mal menor necesario las consecuencias contaminantes del desarrollo industrial

1.4    La Conferencia Sobre el Medio Humano de Estocolmo.

Al mismo tiempo que se preparaba en París la Conferencia de la Biosfera patrocinada por la UNESCO, un embajador ante las Naciones Unidas, el señor Sverker C. Astrom, lograba interesar a dicho  organismo para que el tema de la protección del medio ambiente fuera incluido en la agenda de la XXIII Asamblea General decidió únicamente, por medio de la resolución 2398/XXIII, que el secretario general de la ONU recogiera el máximo de datos disponibles y propusiera un plan concreto de medidas de protección del entorno. U Thant entrego su informe, el hombre y su medio ambiente, el 26 de mayo de 1969; la asamblea   general decidió   que la UNESCO realizara simposios regionales durante los dos siguientes años, a los que seguiría una conferencia mundial sobre el tema de la protección ambiental.

A pesar de todos estos inconvenientes, la conferencia de las naciones unidas sobre el medio humano se celeb en Estocolmo, del 5 al 15 de junio de 1972, bajo la presidencia del ministro de agricultura Sueco Ingemund Bengtsson, y con la participación de 1200 delegados que representaban a 110 países. La secretaría general de la conferencia estuvo a cargo del antiguo director general de la agencia canadiense para el desarrollo internacional, Maurice Strong, uno de los principales promotores del encuentro.

Los debates de la conferencia de Estocolmo fueron precedidos por la publicación de un informe oficioso elaborado por más de un centenar de científicos de todo el mundo, y cuya redacción  final se responsabilizaron Rene Dubos y Bárbara Ward. Denominado Una sola Tierra: el cuidado y conservación de un pequeño planeta, se publi en diez idiomas y fue puesto a disposición de todos los delegados, por iniciativa de la secretaría general de la conferencia.

Las deliberaciones de la conferencia se desarrollaron en tres comités: 1.) Sobre las necesidades sociales y culturales de planificar la protección ambiental; 2.) Sobre los recursos naturales; 3.) Sobre los medios a emplear internacionalmente para luchar contra la contaminación. La conferencia aprobó una declaración final de 26 principios y 103 recomendaciones con una proclamación inicial de lo que se podría llamarse una visión ecológica del mundo, sintetizada en siete grandes principios.

El mayor logro de la Conferencia fue que todos los participantes aceptaran una visión ecológica del mundo, en la que se reconocía, entre otras cosas, que El Hombre es a la vez obra y artífice del medio que lo rodea…, con una acción sobre el mismo que se ha acrecentado gracias a la rápida  aceleración de la ciencia y de la tecnología, hasta el punto de que los dos aspectos del medio humano, el natural y el artificial, son esenciales para su bienestar”.

El informe expone las evidentes consecuencias sobre amplias zonas del mundo de las actividades de los países industrializados, se constata que…Vemos multiplicarse las pruebas del daño causado por el hombre en muchas regiones de la tierra: niveles peligrosos de contaminación del agua, el aire, la tierra y los seres vivos; grandes trastornos del equilibrio ecológico de la Biosfera; destrucción y agotamiento de recursos insustituibles y graves deficiencias, nocivas para la salud física, mental y social del Hombre, en el medio por él creado, especialmente en aquel en que vive y trabaja”. A pesar de los criterios  opuestos en materia del control de la población, todos los participantes a la conferencia suscribieron que …El crecimiento natural de la población plantea continuadamente problemas relativos a la preservación del medio y se deben adoptar normas y medidas apropiadas según proceda, para hacer frente a esos problemas”. El reconocimiento del cacter mundial de la problemática ecológica supuso que, además de las acciones a nivel individual y nacional, se insistiera así mismo en la necesidad …De una amplia colaboración entre las naciones y la adopción de medidas por las organizaciones internacionales en interés de todos”.

Entre las recomendaciones estrictamente ecológicas cabe destacar las siguientes: preservación de muestras representativas de los ecosistemas naturales en los denominados Bancos Genéticos”; Protección de especies en peligro, especialmente los grandes ceceos oceánicos; mantenimiento y mejora de la capacidad de la tierra para producir recursos vitales renovables; planificación de los asentamientos humanos, aplicando principios urbasticos que respeten el entorno; evitar la contaminación a todos los niveles, estableciendo las listas de los contaminantes más peligrosos, a como las de aquellos cuya influencia puede ser más irreversible a largo plazo; creación de un programa mundial sobre el medio ambiente, patrocinado por las Naciones Unidas y destinado a asegurar, al nivel internacional, la protección del entorno.

A pesar de todas sus limitaciones, la declaración de Estocolmo, como fue conocida periodísticamente el texto elaborado por la conferencia de las Naciones Unidas sobre el medio humano, constituye un importante documento de referencia obligada por  todos  aquellos  que  se  interesan acerca  de  la  problemática de  la ecología humana. Partiendo de un criterio puramente ecológico, es posible que los textos preparatorios tuvieran mayor rigor científico y la declaración final  incluyeran cierto número de contra sentidos, al preconizar simulneamente medidas de reducción de la contaminación ambiental y el desarrollo acelerado de proceso industrial en los países del mundo, a pesar de ser la civilización industrial, precisamente, el gran causante de la contaminación y de agotamiento de los recursos naturales. La constatación de estos contrasentidos no invalida, sin embargo, la tesis defendida por los representantes de los países económicamente más pobres, de que la peor de las contaminaciones es la pobreza y que la protección ambiental exige hacer partícipe a todos los miembros de la familia humana del que se empezaba a denominar Principio de la calidad de Vida

Al reunirse  nuevamente  la  asamblea general de las  naciones  unidas,  antes  de finalizar en el año de 1972 prosiguió el debate sobre la problemática del medio ambiente, a la luz  de las conclusiones adoptadas por la conferencia del Estocolmo. Consecuente con la declaración final de la conferencia la asamblea general adopto el 15 de Diciembre la resolución 2997/XXIV, por la que se aprobaba la creación de un programa internacional para salvaguardar el entorno con un consejo director formado por 58 estados.

El nuevo organismo se denomioficialmente Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y fue elegido por unanimidad como su primer director ejecutivo el canadiense Maurice Strong, que había desempeñado el cargo de secretario general de la Conferencia de Estocolmo.  También se decidió que la sede del PNUMA fuera la ciudad de Nairobi (Kenia), para favorecer una mayor participación de los países económicamente subdesarrollados en la problemática del entorno.  Las nuevas oficinas del PNUMA fueron inauguradas oficialmente por el presidente Kenyatta el 2 de octubre de 1973.

Con un presupuesto para los cinco primeros años que sobrepasaba escasamente los cinco millones de dólares estadounidenses, PNUMA sólo podía colaborar modestamente a la resolución de los graves problemas ecológicos que tiene planteados el mundo.  La labor más inmediata que se propuso fue la coordinación de todos los esfuerzos e iniciativas a favor del medio ambiente que surgieron en los distintos organismos de las propias Naciones Unidas.  También seleccionaron ocho sectores económicos, especialmente importantes en la lucha ecológica contemporánea, y a los que dedican especial atención: el petróleo, los vehículos de motor, el hierro y el acero, el tratamiento de las sustancias minerales, los productos químicos y farmacéuticos, la pasta del papel y el papel, las industrias agrícolas, el ocio y el turismo.

En febrero de 1974, en los locales del Centro de conferencia Kenyatta de Nairobi, el PNUMA reunió a representes de 45 países para lanzar el programa Earthwatch, cuya finalidad sería el control de los distintos niveles de contaminación existentes sobre la Tierra.  El programa fue aceptado y se decidió la creación de una red mundial de estaciones de control que trabajaran con idéntica metodología y distribuidas de manera  que  pudiesen registrar  no  sólo  los  máximos  niveles  de  contaminación regional, sino también los mínimos, con aquellos porcentajes de variación significativos a escala mundial.

Desde la década de 1950, las Naciones Unidas potenciaron los estudios demográficos con el fin de unificar los criterios para mejorar los censos de población y coordinar la investigación científica ante el cada día más grave problema de la expansión demográfica.  Los primeros hitos de esa política fueron las dos primeras Conferencias Mundiales de la Población, celebrada en Roma y Belgrado, en 1954 y1965 respectivamente.

El secretario general de las Naciones Unidas, Kart Waldheim, anunció el 20 de septiembre de 1972, que en 1974 sería proclamado año Mundial de la población, con la posibilidad de celebrar durante el mismo la III Conferencia Mundial de la Población. Para dicha Conferencia, los representantes de los piases desarrollados del bloque occidental proponían un Plan de Acción Mundial de Población basada en un mayor control de la natalidad, para frenar la que se consideraba desmesurada explosión demográfica mundial.   Gran número de países del Tercer Mundo se mostraban reticentes  ante ese plan, porque lo consideraban un planteamiento neomaltusianista que atribuía a la superpoblación el origen del subdesarrollo, cuando la verdadera razón se encontraba en la explotación de los países pobres por un reducido número de naciones poderosas.   La oposición entre esas dos perspectivas se evidencio durante la celebración de la III Conferencia Mundial de la Población, que se reunió en Bucarest (Rumania), del 19 al 30 de agosto de 1974, congregando a más de 5.000 delegados procedentes de 136 países. 

1.5   Iniciativas de los gobiernos.

Las consecuencias cada vez más graves provocadas por la contaminación del entorno han exigido de los gobiernos una progresiva atención hacia la problemática del medio, que se ha traducido, casi siempre, en la creación de nuevos organismos administrativos especializados, al mismo tiempo que se modernizaba la legislación referente a los porcentajes mínimo tolerados de residuos contaminantes devueltos a la naturaleza.

Después de la Segunda Guerra Mundial, la ciudad de Londres realizó un esfuerzo notable  para  limpiar  su  atmósfera del tradicional smog,  iniciando asimismo  un programa de depuración de las aguas residuales que permitieron que el Támesis recuperara su fauna piscícola. Sin embargo, como observaba atinadamente Edward Goldsmith en su libro ¿Puede sobrevivir Inglaterra? (1971), el ejemplo de Londres no significaba en modo alguno que las islas Brinicas hubieran resuelto el problema de la contaminación, sino que se trataba más bien de una costosa operación política de prestigio, cuya finalidad era tratar de disimular el progresivo deterioro medioambiental del conjunto del Reino Unido.

En Estados Unidos, la presión de los ecologistas y la evidencia de los efectos desastrosos de la contaminación lograron que la legislación se hiciera cada vez más exigente en lo que se refiere a los mínimos autorizados de contaminantes devueltos al medio ambiente.  Durante la década de 1960 se votaron nuevas leyes sobre la pureza del aire y del agua; en diciembre de 1969 se aprobó una ley de política nacional medioambiental, que constituyó un primer ejemplo de ordenación del entorno considerado como un todo orgánico y tuvo como complemento la creación de una Agencia para la Protección Medioambiental (Enviromental Protection Agency: EPA), organismo especializado en los temas ecológicos.

A partir de 1970, varios gobiernos europeos crearon, asimismo, organismos oficiales para la protección del medio ambiente.   A nivel ministerial, la iniciativa más espectacular fue tomada por el Gobierno conservador británico formado como consecuencia del triunfo electoral de junio de 1970. En un libro blanco titulado la reorganización del Gobierno central, publicado en octubre del mismo año, el primer ministro Edward Heath anunció un nuevo estilo de gobierno   basado en la agrupación de los ministerios tradicionales en unos pocos superministerios”, con el fin de organizar el funcionamiento de la administración.  

Uno de estos superministerios fue el del Medio Ambiente, confiado al secretario de Estado para el Medio Ambiente, Meter Walter, como coordinador del trabajo realizado por los antiguos Ministerios de la Vivienda y Gobierno Local, Obras Públicas y Transportes. Unos meses más tarde, en enero de 1971, Francia creó también un Ministerio para la protección de la Naturaleza del Medio Ambiente, que tuvo como titular a Robert Poujade.

Por lo que se refiere a España, en 1971 se cr el Instituto para la Conservación de la Naturaleza (ICONA), dependiente del Ministerio de Agricultura, resultado de la reconversión del patrimonio Forestal del Estado y de la Dirección General de Montes, Caza, y Pesca Fluvial.

A pesar de la multiplicación de organismos oficiales para la protección del medio ambiente de diferentes países, la política del gobierno continuaba siendo desarrollista”: se daba la contradicción de que las peores agresiones contra el equilibrio ecológico eran planificadas por los mismos gobiernos que creaban los organismos de salvaguarda.


Referencias


Este capítulo es desarrollado a partir del artículo precursores de la ecología, se han insertado algunas modificaciones. Está disponible en  http://www.monografias.com/trabajos7/ecol/ecol.shtml

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